En la literatura en lengua española, el término modernismo denomina a un movimiento literario que se desarrolló entre los años 1880-1910, fundamentalmente en el ámbito de la poesía, que se caracterizó por una ambigua rebeldía creativa, un refinamiento narcisista y aristocrático, el culturalismo cosmopolita y una profunda renovación estética del lenguaje y la métrica.
Se conoce por modernismo a la forma hispánica de la crisis
universal de las letras y del espíritu y que se manifiesta en el arte,
la ciencia, la religión y la política. En ciertos aspectos su eco se
percibe en movimientos y en corrientes posteriores. En las raíces del
Modernismo hay un profundo desacuerdo con la civilización burguesa. En
ciertos sentidos, se trata de una corriente heredera del Postromanticismo decimonónico, al que da una especie de salida, y en las demás artes esta estética se plasma en las formas del Art Nouveau (en Bélgica y Francia), Modern Style (en Inglaterra), Sezession (en Austria), Jugendstil (en Alemania y Países Nórdicos), Liberty (en Estados Unidos), Floreale
Características del modernismo
El Modernismo es objeto de distintas interpretaciones, con estas dos posturas fundamentales:
- La más restrictiva lo considera un movimiento literario bien definido que se desarrolló entre 1887 y 1910.
- La más amplia considera que el modernismo no es sólo un movimiento literario sino toda una época y la actitud que le sirvió de base.
Conciliando ambas, cabría definir el modernismo literario como un
movimiento de ruptura con la estética vigente que se inicia en torno a
1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra
Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual de fin de
siglo.
El modernismo hispánico es una síntesis del Parnasianismo y del
Simbolismo: del primero toma la concepción de la poesía como bloque
marmóreo, con el anhelo de perfección formal, los temas exóticos, y los
valores sensoriales; del segundo la concepción de que el arte debe
sugerir, y la búsqueda de efectos rítmicos dentro de una variada
musicalidad. El Modernismo también subsume, aunque con menos
importancia, corrientes estéticas como el Decadentismo y La Hermandad
Prerrafaelita. Las principales características del modernismo son
- El rechazo de la realidad cotidiana, ante la cual el escritor puede huir en el tiempo (evocando épocas pasadas y mejores) o en el espacio (muchos de los poemas se desarrollan en lugares exóticos y lejanos).
- Una actitud aristocratizante y cierto preciosismo en el estilo, así como la búsqueda de la perfección formal (de inspiración parnasiana) que se aprecia no sin cierto individualismo.
- La búsqueda de la belleza se consigue a través de imágenes muy plásticas y acercamiento a las artes, de una adjetivación con predominio del color y con imágenes relacionadas a todos los sentidos, así como con la musicalidad que produce el abuso de la aliteración, los ritmos marcados y la utilización de la sinestesia (influencias del simbolismo).
- Tanto la fidelidad a las grandes estrofas clásicas como las variaciones sobre los moldes métricos, utilizando versos medievales como el alejandrino, el dodecasílabo y el eneasílabo; con aportes de nuevas variantes al soneto.
- El uso de la mitología y el sensualismo.
- Una renovación léxica con el uso de helenismos, cultismos y galicismos, que no buscaba tanto la precisión como el prestigio o la rareza del vocablo.
- El deseo innovador que aspiraba a la perfección que apreciaban en la literatura europea.
- La adaptación de la métrica castellana a la latina.
- El culto a la perfección formal, con poesía serena y equilibrada.
Temas del modernismo
La temática modernista revela, por una parte, un anhelo de recreación
de armonía frente a un mundo inarmónico, y así un ansia de plenitud y
perfección; y, por otra parte, una búsqueda de raíces en la crisis que
produjo un sentimiento de desarraigo en el escritor, quien se presenta
como guía capaz de mostrarle al hombre común los valores verdaderos. Los
temas tratados son muy variados, pero estos son algunos de los más
recurrentes:
- La desazón típica del romanticismo: el hastío de la vida y una profunda tristeza, junto a la melancolía y la angustia.
- Búsqueda de la soledad y rechazo de una sociedad.
- El escapismo, evasión de la realidad del tiempo y del espacio.
- El amor y el erotismo, con cierta idealización del amor y de la mujer. El tema del amor imposible se presenta con diferencias respecto al ideal romántico. Hay un contraste entre el profundo y delicado amor y un intenso erotismo.
- El cosmopolitismo muestra el anhelo de distinto y aristocrático. Los modernistas demostraban mucha devoción por París.
- Los temas americanos, en especial los temas indígenas, muchas veces con una defensa del indígena.
- Lo hispano como antecedente histórico valioso que otorga una armonía frente al mundo inarmónico.
Raíces del modernismo
Tradicionalmente se ha asociado su comienzo a la publicación, en 1888, de Azul..., de Rubén Darío, a causa de la innegable repercusión del libro en la literatura de Hispanoamérica.
El término modernismo designaba cierta corriente heterodoxa
de renovación religiosa, y se aplicó en el campo de las artes a
tendencias surgidas en los últimos veinte años del siglo XIX. Sus rasgos
más comunes eran un marcado anticonformismo y un esfuerzo de
renovación. En su origen el apodo de ``modernistas`` era utilizado con
un matiz despectivo. Hacia 1890, Rubén Darío y otros asumen tal
designación con insolente orgullo; a partir de entonces el término modernismo fue perdiendo valor peyorativo.
En ciertos aspectos su eco se percibe en movimientos y en corrientes posteriores.
Principales autores modernistas
El Modernismo cuenta con un elevado número de escritores en América.
Algunos han tenido verdadera repercusión internacional y otros han
quedado reducidos al ámbito nacional. Un aspecto común fueron los viajes
que hicieron, bien por trabajo (muchos fueron diplomáticos), bien por
ampliar sus conocimientos y conocer a otros escritores. Darío es, sin
lugar a dudas, el más influyente, pero también hay otros que entablaron
relaciones con escritores españoles.
Algunos autores que participaron de una estética semejante y publicaron en la primera mitad de la década de 1880, como José Martí, Julián del Casal, Manuel Gutiérrez Nájera, Salvador Díaz Mirón, Enrique Gómez Carrillo, Manuel González Prada, Amado Nervo, José Asunción Silva, Guillermo Valencia, Enrique González Martínez y Salvador Rueda fueron considerados precursores del modernismo. La crítica actual los considera autores plenamente modernistas.
Escritores argentinos
Leopoldo Lugones (Córdoba, 1874 - Buenos Aires, 1938) fue poeta, ensayista, político y periodista. De pequeño se mudó con su familia a Ojo de Agua, en Santiago del Estero, y más tarde estudió el bachillerato en Córdoba. Posteriormente se trasladó a Buenos Aires y viajó a Europa. Se suicidó, quizá por su inestabilidad ideológica. Fue fuertemente influido por el simbolismo en Las montañas del oro (1897), y en Crepúsculo del jardín (1905).
Enrique Larreta (Buenos Aires, 1875 - 1961) perteneció a una familia adinerada y contrajo matrimonio con una mujer de familia aristocrática. Estudió Derecho y trabajó como embajador. Vivió en Biarritz y en Ávila. Era un gran admirador de Unamuno y del Siglo de Oro. Fue miembro de la Real Academia Española y de la Academia Argentina de la Historia. Su primera publicación fue Artemis (1896), pero su obra más importante es La Gloria de don Ramiro (1908).
Ricardo Jaimes Freyre (Tacna, 1868 - 1933) fue un escritor y diplomático boliviano-argentino. Era hijo de Julio Lucas Jaimes y Carolina Freyre, escritores. Fue amigo de Rubén Darío, con quien fundó la Revista de América
en 1899 en Buenos Aires, donde conoció a Lugones. Trabajó en una larga
lista de instituciones. Fue profesor de psicología, literatura
perceptiva y lógica y fue miembro de la Academia Argentina de Letras.
En 1921 fue nombrado ministro de Instrucción Pública, de Agricultura y
de Guerra en Bolivia. Trabajó como embajador en varios países. Su poesía
es preciosista y muy meditada, entre sus obras es importante Leyes de la versificación castellana (1907).
Escritores chilenos
Carlos Pezoa Véliz (Santiago de Chile, 1879 - Ídem, 1908) es considerado, junto a Pedro Prado,
el escritor chileno más importante de la primera mitad del siglo XX.
Fue adoptado cuando era pequeño y dejó los estudios en 1898 para
enrolarse en la Guardia Nacional. Colaboró con varios diarios, como La voz del pueblo, La comedia humana y Luz y sombra.
Siguió la corriente de otros compatriotas de alejarse del modernismo
hacia una poesía más regionalista. Obtuvo su reconocimiento poético en
el Ateneo de Santiago. Su obra se mantuvo inédita hasta después de su muerte.
Escritores colombianos
José Asunción Silva (Bogotá, 1865 - Bogotá, 1896) realizó su educación de forma autodidacta desde que abandonó los estudios en 1878. Viajó a París y vivió en Londres y en Suiza.
Se suicidó tras el fracaso del negocio familiar y las consiguientes
deudas. La muerte de su hermana y de su abuelo y la pérdida de gran
parte de su obra en un naufragio. Su obra poética conocida es, por
tanto, escasa, aunque se destaca por su innovación y por su gran
contenido modernista. Lo más recordado de su obra son los Nocturnos.
Guillermo Valencia Castillo (Popayán, 1873 - Popayán, 1943),
fue un poeta, diplomático y político con una gran trayectoria, quien
llegó a ser en dos ocasiones candidato a Presidente de la República de
Colombia y a ocupar una banca de senador. Hijo de una familia de origen
español, se empezó a interesar por la poesía en un colegio de sacerdotes
franceses. Viajó a París, donde conoció a Darío. Se convirtió en uno de los más importantes modernistas al publicar Ritos (1899). Años después, su hijo Guillermo León Valencia fue Presidente de Colombia entre 1962 y 1966.
Escritores cubanos
José Martí (La Habana, 1853 – Campamento de Dos Ríos (Cuba), 1895) fue un político, pensador, periodista, filósofo, poeta y masón muerto durante la Guerra de Independencia cubana. En su juventud, luego de estar en prisión, estuvo tres años en España
peninsular en carácter de desterrado, donde estudió Derecho, Filosofía y
Letras. En 1881 se establece en Nueva York, donde planifica la
independencia de Cuba, colaborando como periodista en The Hour y The Sun. Ha ejercido una notable influencia en el sentimiento de identidad del pueblo cubano. Fue precursor del Modernismo.
Julián del Casal (La Habana, 1863 - Ídem, 1893) ya en el Real Colegio de Belén se dedicó a escribir en un periódico que él mismo había fundado: El estudiante. En 1881
comenzó a trabajar en el Ministerio de Hacienda y también a estudiar
Derecho, pero dejó esos estudios por la literatura. Su puesto en el
Ministerio lo dejaría más tarde para trabajar como corrector y
periodista. Quiso viajar a París, pero nunca estuvo allí, aunque sí visitó Madrid, donde conoció a Salvador Rueda. Su primer libro fue Hojas al viento (1890).
Escritores dominicanos
Manuel de Jesús Galván (1834-1910) fue un novelista, político, periodista y diplomático. Su obra más importante es Enriquillo
(1879), una novela histórica que trata la conquista de América por los
españoles desde el punto de vista de un joven indígena, basada en el
alzamiento del cacique Enriquillo.
Escritores ecuatorianos
La Generación Decapitada fue una agrupación literaria formada por cuatro poetas jóvenes ecuatorianos en las primeras décadas del siglo XX. Dos guayaquileños, Medardo Ángel Silva (1898-1919) y Ernesto Noboa Y Caamaño (1891-1927) y dos quiteños, Arturo Borja (1892-1912) y Humberto Fierro
(1890-1929), fueron los precursores del Modernismo en el Ecuador. Estos
cuatro tuvieron gran influencia del movimiento modernista de Rubén Darío y la poesía simbolista francesa de finales del siglo XIX. Todos leyeron en su lengua original a emblemáticos bardos franceses tales como Baudelaire, Víctor Hugo, Samain, Rimbaud y Verlaine. Aunque los cuatro se conocieron en vida e incluso se dedicaron varios poemas mutuamente, nunca se reunieron para crear juntos.
A esta generación se la denominó "decapitada" por el hecho de que
todos estos poetas murieron a edades muy tempranas, Silva a los 21 años
de edad, Borja a los 20, Fierro a los 39 y Noboa a los 38. Existe una
polémica sobre las muertes de ellos. En algunos casos es incontestable
que su muerte fue por mano propia; en otros, notablemente en el caso de
Medardo Ángel Silva, existen varias versiones e hipótesis sobre la forma
en que ocurrió el hecho. El término "generación decapitada" nació a
mediados del siglo XX, por obra del ensayista y periodista Raúl Andrade
en su libro El perfil de la quimera
y se ha prestado a muchas confusiones. El objetivo de Andrade no fue
condenar a estos poetas sino ofrecer un contexto histórico a las
coincidencias que aparecen en sus obras.
Muchos de los poemas de Medardo Ángel Silva de su libro El árbol del bien y del mal pueden ser escuchados en la música del cantante Julio Jaramillo, como por ejemplo el poema El alma en los labios,
que fue escrito por Silva días antes de su muerte. Dejando así en claro
su estilo de poesía depresiva, melancólica, llena de versos de amor extremis llamando tal vez sin querer a la muerte en forma de musa inspiradora.
Escritores españoles
En contraposición a los americanos, que tenían sentimientos
independentistas y nacionalistas y no tuvieron mucha influencia por
parte de los españoles, éstos sí tuvieron influencia por parte de los
americanos, especialmente después del viaje de Rubén Darío a España, en 1892.
Los españoles también tuvieron influencia, aunque en menor medida, de
los parnasianos y simbolistas franceses. Un sucesos muy importantes para
la España de la época fue el desastre del 98.
Algunos de los autores españoles más representativos son:
Tomás Morales Castellano (Moya, 1884 - Las Palmas de Gran Canaria, 1921) fue uno de los poetas más importantes del modernismo español. Fue médico y político, y amigo de Saulo Torón y de Alonso Quesada. Entre sus obras destaca Las rosas de Hércules, y su poema Oda al Atlántico.
Alberto Álvarez de Cienfuegos (Martos, 1885 - Puertollano, 1957)
fue periodista, poeta y dramaturgo cuya actividad literaria comenzó en
esa época de estudiante y, desde el principio, se inclinó hacia el
modernismo. Su obra más conocida es Andantes (1910)
Ricardo Gil (Madrid, 1858 - Ídem, 1908), con un uso muy variado de versos y combinaciones métricas, y de un acusado sentimentalismo. Recordado por La caja de música (1898).
Manuel Machado (Sevilla, 1874 - Madrid, 1947), quien estudió Filosofía y Letras en Madrid y trabajó como bibliotecario. Fue académico de la RAE. Su obra es sobre todo lírica, con formas graciosas e intrascendentes. Algunas de sus obras son Alma, Caprichos, La fiesta nacional, El mal poema, etc.
Eduardo Marquina (Barcelona, 1879 - Nueva York, 1946) fue un gran poeta y dramaturgo. Escribió una letra para el himno español por encargo del rey Alfonso XIII. Entre sus obras poéticas está Vendimión, de 1909. Algunas de sus obras teatrales más notables son Las hijas del Cid, En Flandes se ha puesto el sol, Teresa de Jesús y La ermita, la fuente y el río.
Manuel Reina Montilla (Puente Genil, 1856 - Ídem, 1905) fue político, periodista y poeta. Poemas paganos (1896), Rayo de sol y otras composiciones (1897), y El jardín de los poetas (1899), entre otras obras.
Salvador Rueda (Benaque, en Macharaviaya, 1857 - Málaga,1933)
Saulo Torón Navarro (Gran Canaria, 1885 - Ídem, 1974) cuya poesía era sencilla, intimista y tenía un tono algo pesimista y melancólico. Dio mucha importancia al mar en su poesía.
Alonso Quesada (Las Palmas de Gran Canaria, (1885- Ídem, 1925) cuyo verdadero nombre era Rafael Romero Quesada. Sólo publicó El lino de los sueños (1915), Crónicas de la ciudad y de la noche (1919) y La Umbría (1922); el resto de su obra (la mayoría) fue publicada después de su muerte.
Francisco Villaespesa (Alpujarra, 1877 - Madrid, 1936),
dramaturgo, poeta prolífico, narrador y periodista cuyas primeras obras
son posrománticas. Destacan "La copa del rey de Thule" (1900), "El alto
de los bohemios", Bajo la lluvia (1910), Los remansos del crepúsculo (1911), Andalucía (1911). Escribió hasta 54 libros de poemas, 10 novelas cortas, 30 obras de teatro y un centenar de traducciones.
Otros autores son más difíciles de caracterizar como modernistas, o
no pueden ser caracterizados así durante toda su vida: Es difícil
establecer a qué movimiento literario pertenece Ramón María del Valle-Inclán (Villanueva de Arosa, 1866 - Santiago de Compostela, 1936) por la amplitud de su obra. Destacan, entre otras obras, las Sonatas (en prosa) y los esperpentos (teatro). Valle-Inclán pertenece también a la Generación del 98. Juan Ramón Jiménez es más bien un escritor del Novecentismo, pero su primera época es modernista y también se caracteriza por la influencia de Bécquer. Antonio Machado (Sevilla, 1875 - Colliure (Francia), 1939), que también fue el gran poeta de la Generación del 98, tuvo también relación con el Modernismo. Junto a su hermano Manuel, escribió Las adelfas (1928), La Lola se va a los puertos, o Julianillo Valcárcel (1926). Soledades, publicada en 1903 y ampliada en 1907, es una obra todavía modernista, movimiento del que se alejaría cerca de 1910.
Escritores guatemaltecos
Enrique Gómez Carrillo (Ciudad de Guatemala, 1873 - París, 1927) fue un crítico literario, escritor, periodista y diplomático de Guatemala.
Tuvo una vida muy viajera y bohemia. Su obra es muy amplia, pero
destaca por sus crónicas. Consiguió una beca para estudiar en Madrid gracias a Rubén Darío, aunque en su viaje pasó primero por París, donde posteriormente sería cónsul. En 1892 publicó en Madrid Esquisses (significa "esbozos" en francés), su primer libro. Fue académico de la RAE. Muchas de sus crónicas son muestras de sus viajes, pero también es autor de ensayos y novelas.
Escritores mexicanos
Amado Nervo (Tepic, 1870 - Montevideo, 1919)
poeta, periodista y diplomático. Suele ser enmarcado dentro del
Modernismo, aunque con un misticismo y una tristeza que contrastan con
el resto de autores. Viajó a París, donde conoció a Oscar Wilde, y a Madrid, donde vivió un tiempo. Escribió poesía, ensayo y novela, y es conocido principalmente por El bachiller (novela, 1895), y sus obras poéticas Perlas negras, Místicas (1898) y La amada inmóvil (póstuma, 1922).
Manuel Gutiérrez Nájera (Ciudad de México, 1859 - Ídem, 1895) fue precursor del Modernismo en México.
Su obra va desde la poesía hasta la crítica teatral pasando por el
periodismo, aunque destaca su actividad como cronista de la capital
mexicana. De estilo cercano al Romanticismo, es elegante y delicado. Utilizó pseudónimos frecuentemente, siendo el más conocido El duque Job. Sus obras más importantes son La duquesa Job, Hamlet a Ofelia, Odas breves, La serenata de Schubert, Cuentos frágiles y Cuentos color de humo.
Salvador Díaz Mirón (Puerto de Veracruz, 1853 - Ídem, 1928)
fue uno de los precursores del Modernismo. Pasó por tres etapas
poéticas. La primera es más bien romántica y en la segunda su poesía va
evolucionando hacia el Modernismo. Vivió en Estados Unidos,
primero por decisión de su padre y más tarde por razones políticas. Su
padre, periodista y político, siempre le influyó, por lo que siguió sus
pasos y se metió también en el mundo de la política. De carácter muy
violento, pasó varias temporadas en la cárcel. Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. Su principal obra es Lascas (1901).
Luis Gonzaga Urbina (México D.F., 1864 - Madrid, 1934) tuvo relación con Manuel Gutiérrez Nájera, quien influyó en él, así como Justo Sierra.
Trabajó en numerosas revistas y periódicos, en estos últimos
escribiendo críticas musicales y teatrales. Se dedicó también a la
docencia, como literatura en la Escuela Nacional Preparatoria, donde había estudiado. En 1915 se exilió a La Habana.
A pesar de su obra como crítico y cronista y sus escritos sobre
literatura, destaca más como poeta, entre el Romanticismo y el
Modernismo; no tan arrebatado como los románticos y mucho más sobrio que
los modernistas.
Enrique González Martínez (Guadalajara, 1871 - México D.F., 1952)
fue poeta y diplomático, a pesar de haberse matriculado en medicina. Su
poesía es sobria y tiene tintes filosóficos. Entre sus obras están Ausencia y canto, Bajo el signo mortal y Babel. Con influencia del simbolismo francés, rompió con el Modernismo con su libro Los senderos ocultos (1911).
José Juan Tablada (Ciudad de México, 1871 - Nueva York, 1945) fue poeta, diplomático y periodista. Fue vicecónsul ante los Estados Unidos. Colaboró con sólo diecinueve años en El Universal y defendió el Modernismo en la Revista moderna. Su labor como diplomático le llevó a trabajar en muchos lugares fuera de Sudamérica, como Japón, Francia y Estados Unidos, y fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
En su poesía utilizaba muchísimo la metáfora y también fue uno de los
primeros en hacer ideogramas y en estudiar el arte hispanoamericano.
Escritores nicaragüenses
Rubén Darío, cuyo verdadero nombre fue Félix Rubén García Sarmiento, nació y murió en Nicaragua (1867-1916). Primero fue periodista y luego diplomático, por lo que viajó mucho por Europa y América. Fuertemente influido por románticos (Hugo, Musset), parnasianos (Leconte de Lisle, Heredia)
y simbolistas, llegó a tener un nuevo y brillante estilo, dando una
nueva musicalidad a los ritmos tradicionales castellanos. Sus obras
principales son Azul... (1888), Prosas profanas (1896) y Cantos de vida y esperanza (1905).
Su influencia en la literatura posterior es enorme. Conoció e influyó a
todos o casi todos los escritores en castellano del Modernismo.
Escritores peruanos
José Santos Chocano (Lima, 1875 - Santiago de Chile, 1934)
fue un poeta y diplomático con una vida bastante agitada, recorrió
América y viajó a España, participó en política y fue asesinado por un
esquizofrénico en un tranvía. En su poesía describó su país e influyó
mucho en la poesía peruana. Se lo suele clasificar tanto como romántico
como modernista.
Manuel González Prada (Lima, 1844 - Lima, 1918), fue ensayista, pensador anarquista, poeta, director de la Biblioteca Nacional de Perú
y el mayor representante del ensayo político y del Realismo en ese
país. Por sus innovaciones poéticas es considerado uno de los
precursores del modernismo. Hizo una fuerte crítica de la sociedad, y
fue un reformista social y político. Su deseo de progreso se deja ver en
su rechazo de todo lo español, a pesar de lo cual visitó España, donde
conoció las teorías anarquistas. Residió unos siete años en Europa,
donde conoció a importantes escritores. A pesar de pertenecer a una
familia aristocrática y muy religiosa, fue excomulgado por su Páginas libres (1894).
Se identificó con las "clases bajas" de Perú antes que con su origen
hidalgo, algo que se puede ver en la manera en que acorta su nombre al
firmar sus escritos. Otras obras importantes suyas son Horas de lucha (1908), Minúsculas (1901) y Exóticas (1911).
Zoila Aurora Cáceres Moreno (Lima, 1872 - Madrid, 1958) es representante del Modernismo, del indigenismo y del feminismo, ya que escribió ensayos como La emancipación de la mujer. Estudió en Alemania y en París y tenía un carácter cosmopolita y fue también defensora del catolicismo. En la capital francesa empezó a escribir, cuando era esposa de Enrique Gómez Carrillo. La rosa muerta
es una novela cosmopolita modernista que, sin embargo, cambia el
concepto de la mujer en el Modernismo. Su vida fue triste por pérdidas
de familiares, por su matrimonio y por su exilio.
Clemente Palma Román era hijo del también escritor Ricardo Palma. Nació y murió en Lima (1872-1946). Leyó a escritores rusos y se nota su influencia en sus obras, así como la de Edgar Allan Poe.
Trata temas fantásticos, psicológicos, de terror y de ciencia ficción, y
muchos de sus personajes son algo perversos. Se dedicó a la prensa (Prisma, Variedades, La crónica) y fue un gran cuentista, con obras como Cuentos malévolos (1904) o Historietas Malignas (1925). Entre sus novelas más importantes están Mors ex vita y XYZ.
Abraham Valdelomar (Ica, 1888 - Ayacucho, 1919) fue un escritor muy completo, pues cultivó todos los géneros y es, junto a Clemente Palma y a Julio Ramón Ribeyro, uno de los cuentistas más importantes del Perú.
Sus experiencias infantiles, relacionadas con el campo y el mar,
influyeron enormemente en su obra posterior. Colaboró en revistas como
dibujante, poeta y cuentista. En sus inicios se ve la influencia de González Prada y de Gabriele D'Annunzio. Su obra más importante es El Caballero Carmelo, escrita en su período de diplomático en Roma. Los hijos del Sol es otra colección de cuentos.
Ventura García Calderón (París, 1886 - Ídem, 1959) fue un escritor y diplomático que vivió la mayor parte de su vida en París. Su obra, de la que buena parte está en francés, consiste sobre todo en cuentos, que tratan principalmente de fantasía, intriga y violencia y se ambientan en Perú y en lugares andinos, aunque desconocía bastante el interior del país y se notan prejuicios hacia los indígenas. Estuvo nominado al Premio Nobel de Literatura.
Escritores uruguayos
Delmira Agustini, poetisa descendiente de inmigrantes italianos nacida en Montevideo y asesinada en esa misma ciudad por su ex-esposo (1886-1914). Consideraba a Darío como su maestro, y forma parte junto a él, Julio Herrera y Leopoldo Lugones la Generación de 1900. Trató temas fantásticos, eróticos y exóticos y también se interesó en la sexualidad femenina. A Eros, dios del amor, le dedica Los cálices vacíos (1913).
Julio Herrera y Reissig (Montevideo, 1875 - 1910), fue educado en el Romanticismo, y se convirtió en líder del Modernismo en Uruguay.
Su familia tenía poder económico y social (su tío llegó a ser
presidente de Uruguay), tuvo problemas por su mala salud, que no le
permitió viajar como otros modernistas. Escribió ensayos políticos y
ficción, pero lo más importante de su obra es la poesía. Su
reconocimiento literario llegó después de su muerte.
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